«UN MUNDO DIFERENTE Y UN NUEVO PANAMÁ»

Ciertamente con la pandemia del Covid-19, el mundo se ha visto imbuido en una nueva dinámica de insospechados cambios de impacto global, en la salud de la gente, en la organización social, en el modo de vida, en los hábitos, en la forma en que trabajamos, en la economía.

Estos días, cambiarán nuestros días, y debemos prepararnos para nuevas realidades, más complejas y sorprendentes; no es tiempo de reproches y menos de autoflagelación, nunca haremos lo suficiente en medio de esta hecatombe que ha golpeado a la humanidad. Debemos reflexionar y entender que es necesario dar un salto cualitativo de lo egocéntrico, a lo socio-céntrico y a lo que algunos han dado en llamar la era «ecozoica».

Insisto en la necesidad de repensarnos como sociedad, en rediseñar todo el aparato público, con una nueva «hegemonía cultural» que guíe en la construcción de un mundo mejor, una mejor sociedad, una sociedad ideal: materialmente más equitativa, socialmente más justa, políticamente más democrática y ambientalmente más sostenible.

El modelo económico también debe ser repensado, desde esa misma conceptualización, para lograr una mayor participación en los resultados del trabajo, la inversión y la tecnología. El papel del Estado será estratégico en el porvenir, y si hubiere que «rescatar» empresas, sería lo lógico y correcto, que dicha intervención se traduzca en participación accionaria pública correlacionada con el nivel de aporte estatal hasta un determinado tope.

En fin, regresaremos a una economía mixta o multisectorial, con nuevos métodos de gestión y participación, en la que el crecimiento económico sea producto del esfuerzo colectivo, de una nueva educación, de la innovación y el desarrollo tecnológico, que vaya acompañado del mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de las grandes mayorías nacionales.

En la crisis nace la inventiva, es tiempo de apelar a toda nuestra capacidad creativa, y vislumbrar las posibilidades civilizatorias en un distinto contexto. La educación y la cultura, la investigación y la innovación, el análisis prospectivo y la planificación desde una nueva dimensión del desarrollo tras la pandemia, deben permitir definir sectores prioritarios para la recuperación, fortaleciendo los servicios de salud, el acceso a la educación con calidad, la tecnología y la producción agropecuaria.

Caminemos en pos de la justicia social, pasar de la centralidad del mercado, a la centralidad del ser humano, para un orden nuevo en el «Nuevo Panamá».

Abril del año 2020

Benjamín Colamarco Patiño

www.benjamincolamarco.com