Escuela Torrijista de Formación Política y de Gobierno Ascanio Villaláz (Documento de diseño)

Documento de diseño

11 de octubre de 2009

(Elaborado por Benjamín Colamarco Patiño)

  • FUNDAMENTO

No pretendo negar que la conducción política es un arte. Sólo quiero afirmar que allí hay mucho más espacio para las ciencias, si aprendemos a teorizar sobre la práctica. Propongo el fin de la política tradicional.  Veo, aunque lento, un proceso equivalente a aquel por el cual los médicos sustituyeron parcialmente a los brujos y los curanderos en la práctica de la medicina. Los brujos no están extinguidos, pero dominan los médicos. El político del futuro tiene que ser más profesional (…) o la democracia no sobrevivirá conducida por los “curanderos” de la política,  sean de izquierda o derecha”.

Carlos Matus[1]

(Propuesta para el debate por Benjamín Colamarco Patiño)

A comienzos del siglo XXI, los países de América Latina y el Caribe han apostado a la Democracia como la única forma legítima de ejercicio del gobierno.  Sin embargo, como la democracia se legitima en la acción, los pobres resultados que muestran los gobiernos para hacer frente a las demandas sociales crecientes redundan en un desprestigio y desesperanza de la ciudadanía con respecto a la Política y su capacidad para transformar la realidad.

Demandas por una mejor distribución del ingreso, por mejor regulación de la actividad del sector privado, por aumento de la calidad de los servicios de salud y educación, permanecen postergadas.  Todas ellas exigen que los Estados mejoren la calidad de su gestión, sin que se perciba voluntad de los ciudadanos de destinar más fondos para ello.

Mientras tanto, la Globalización complejiza la realidad restando grados de libertad a las posibilidades de implementar políticas económicas y sociales autónomas. Hoy podemos pensar en países independientes con una clara voluntad nacional, pero no en países desintegrados del resto del mundo.

Los Gobernantes se enfrentan a desafíos cada vez más complejos y las herramientas utilizadas para afrontarlos no han evolucionado en forma comparable.

El Profesor Carlos Matus, creador de la Fundación ALTADIR, señaló “el problema que enfrentamos es de una crisis de capacidad de gobierno”, evidenciada por: “diseño deficiente de las oficinas de los gobernantes, sistemas de planificación desactivados o tecnocráticos, carencia de monitoreo y evaluación por resultados de la gestión pública, incapacidad para procesar problemas, descoordinación de la gestión pública, equipos de gobierno incoherentes, casi total incapacidad para modernizar el aparato público, aceptación de cooperación técnica de baja calidad,  “palos a ciegas” en los intentos frustrados de atacar las deficiencias anotadas, y alta ceguera para distinguir lo que va bien de lo que va mal. Ergo, baja capacidad para corregir, dominio del conformismo, frustración en la inercia de la rutina y miedo al cambio[2]”.

Estos problemas se resumen en uno solo: la Política no logra hacer foco, ni impactar satisfactoriamente en los problemas de la sociedad. Desde esta visión, la crisis de capacidad de gobierno está fundada sobre dos factores principales:

  1. La fractura entre la política y la técnica

En la gestión de gobierno, la Política y la Técnica operan con racionalidades diferentes y el problema principal en su interacción es que la primera no logra dirigir a la segunda en función de las prioridades del plan de gobierno. La Política opera con la racionalidad electoral, desenfocada de los problemas de la sociedad, carece de sistemas de monitoreo de problemas sociales, agenda estratégica, sistemas de rendición de cuentas por compromisos. La técnica, por su lado, opera sin lineamientos en las prioridades de gobierno, gerenciando los recursos, pero sin que éstos estén direccionados a las prioridades del proyecto de gobierno.

Frente a esta situación y ante la falta de un marco teórico que permita abordar las tareas necesarias de redimensionar el Estado, se cae en dos tentaciones, por un lado los “eficientismos privatizadores” que pretenden reducir al Estado a una dimensión mínima; por el otro y frente a la imposibilidad de poner al aparato público al servicio del proyecto de gobierno, se lo “saltea” con paralelas, poniendo instancias directas con la sociedad pero con incapacidad de dar respuestas a las “promesas” que se generan en esas instancias participativas.

La propuesta que queremos presentar, toma como foco metodológico la contribución a la producción de la capacidad técnico-política, a fin de elevar la eficacia del gobierno en situaciones complejas de poder compartido. Esto no se logra formando planificadores del desarrollo económico ni gerentes públicos, sin perjuicio de reconocer que unos y otros también son importantes para elevar la capacidad de gobierno. El planificador económico y el gerente son analistas de un ámbito situacional limitado, que actúa bajo restricciones previamente establecidas de direccionalidad; su entrenamiento se refiere a resolver problemas parciales en casos donde los objetivos superiores están previamente establecidos por la dirección política.

El experto en TECNOPOLÍTICA debe ser profesional, aunque no se trata de una profesión, en el sentido tradicional de la palabra. “Su centro de atención es la planificación política, entendida como un cálculo situacional referido a procesos creativos, nebulosos, inciertos y plagados de subjetivi­dades que afectan el presente y el futuro. Su médula teórica está en el cál­culo que precede y preside la acción práctica en el ámbito público. No puede refugiarse en la frontera de una ciencia o una técnica parcial y, por el contrario, es un invasor de los departamentos especializados, cuyo propó­sito es el cálculo situacional totalizante al servicio de las prácticas de go­bierno y del hombre de acción[3]”.

Esta nueva capa político-técnica es requerida en forma urgente en las estructuras gubernamentales, en los partidos políticos y en las fuerzas sociales de nuestros países para fortalecer un sistema democrático que esté basado en la participación ciudadana.  Lo que está en discusión hoy no es qué sistema de gobierno queremos, sino qué calidad de democracia podemos construir.

  1. La ausencia de una ciencia horizontal de gobierno

Gobernar es un arte. Pero hoy en día no existe arte que para su buen desempeño no precise de herramientas y técnicas. El ejercicio de gobierno no debiera ser una excepción.

Durante mucho tiempo, existió la creencia de que las fallas en la capacidad de gobierno estaban dadas por la falta de formación profesional de los dirigentes (entendida como formación universitaria). Sin embargo, hoy la mayoría de los dirigentes cuentan con formación de grado y la calidad de la respuesta a los problemas es igualmente baja.

¿Cómo explicar que excelentes médicos licúen su prestigio en la gestión de gobierno como Ministros de Salud? ¿O que “gabinetes de notables” compuestos por profesionales de prestigio internacional no alcancen para llevar un gobierno a buen puerto? Gobernar es enfrentar problemas complejos, y por ende, requiere de marcos conceptuales y herramientas específicos que no se enseñan en la formación disciplinaria de la Universidad. Allí se forman médicos, abogados, cientistas políticos, ingenieros, economistas, no dirigentes de gobierno.

La práctica social nos presenta en todo momento problemas sociales que no son de fácil solución y por ende, no pueden resolverse por intuición en la práctica misma. Su resolución exige, entre otras cuestiones, explicar la realidad, identificar y ponderar problemas y causas críticas, calcular sobre el futuro incierto, formular y evaluar apuestas sobre productos y resultados de nuestras acciones, resolver conflictos cognitivos, hacer análisis estratégicos para construir viabilidad, estudiar a los otros actores que participan en el juego social, monitorear la evolución y cambio de la realidad intervenida, y diseñar o modernizar organizaciones.

Estas capacidades requieren de un marco conceptual transdisciplinario u “horizontal”, que comprenda y permita procesar los problemas de la práctica social, que cruza horizontalmente las especialidades de las ciencias verticales. “¿Por qué una disciplina horizontal? Cada departamento de las ciencias es una especialidad vertical que puede afrontar directamente su relación con la práctica social. Esto es un contrasentido, porque la práctica pública cruza horizontalmente todas las especialidades, y genera sus propios problemas. Por ejemplo, el economista que formula políticas económicas y el médico que hace políticas de salud en el ámbito público,  con su formación en facultades universitarias verticales, tendemos a considerar casi automáticamente que están en su campo de competencia, a pesar de la frecuencia de sus fracasos en la gestión pública. Pero, no es así. Sólo tienen competencia para realizar una práctica profesional intradepartamental. No tienen la formación necesaria para ejercer la práctica social horizontal”[4](Transdisciplinaria).

Sabemos que un problema de salud no es solo un problema de medicina, sino al mismo tiempo, es político, económico, organizativo, ecológico, etc. Sin embargo, señala Matus, “actuamos como si el sentido común pudiese procesar esas interacciones transdepartamentales”[5].

El Partido Político es el ámbito por excelencia para la formación de cuadros políticos. Sin embargo, debemos superar la visión tradicional según la cual los cuadros políticos se forman en la militancia política. Sin caer en aquellas propuestas que pretenden asimilar la formación de los gobernantes transformándolos en técnicos, pretendiendo transformar los problemas sociales en modelizaciones matemáticas de soluciones lineales.

El desafío consiste en crear en el ámbito del Partido una instancia de formación de  equipos de gobierno que supere estas visiones “tradicionales”, reconociendo que existen métodos y ciencias que sirven de apoyo para la gestión gubernamental, tanto en el momento de la competencia electoral, como en el momento del gobierno, ya sea desde la responsabilidad de gobernar, como desde la oposición.

2) PROPÓSITO Y ALCANCE

La ESCUELA TORRIJISTA DE FORMACIÓN POLÍTICA Y GOBIERNO tiene como objetivo central sostener un proyecto político de largo plazo construido a través de toda la estructura organizativa del Partido y a partir de la instalación de procesos de liderazgo desde la base hacia la cúpula.

Esta construcción será un ámbito prolífico, activo y creativo, que fomente la convocatoria, participación y entrenamiento de los cuadros políticos, instalando una manera de pensar, protagonizar y proyectar la política del PRD como partido que reivindica su vocación democrática, humanista y su compromiso para transformar la realidad, desde el Gobierno y como oposición con una propuesta alternativa.

La Escuela tiene que representar un pensamiento político crítico y constructivo de la ciudadanía, organizarse como un cuerpo dinámico e incluyente de distintas situaciones y realidades, abierto a generar distintas líneas de actividades que concurran en una perspectiva tecno-política para la acción.

Esta construcción tendrá vigencia tanto en los momentos en que al PRD le toque desempeñar el rol de gobierno del Estado, como en el ejercicio del rol de oposición. En este sentido, la Escuela constituirá el ámbito para construir un pensamiento común de los cuadros respecto de la visión de país y desafíos a futuro, y permitirá al mismo tiempo, canalizar y sistematizar demandas de la población en cada localidad o corregimiento, estructurando las propuestas orgánicas del Partido sobre la base de las expectativas y necesidades de la gente.

Para lograrlo, la propuesta formativa para los cuadros políticos del PRD se articula en dos componentes:

  1. FORMACIÓN POLÍTICA

El componente de Formación Política tiene por objetivo brindar a los cuadros del partido una amplia formación político-ideológica en la tradición torrijista, enmarcada en los valores de la socialdemocracia.  La formación política y doctrinaria es el cemento que aglutina la base conceptual que debe sostener la coherencia de la acción política en la sociedad, en las comunidades. Nacimos como un partido surgido de las mismas entrañas del Proceso Revolucionario, asimilando el legado del ideario y praxis Torrijista, con una ideología socialdemócrata que sostenemos como principios, ideas y valores. No queremos el gobierno por el gobierno en sí mismo.  El gobierno debe ser, para cada miembro del PRD, un medio para lograr la transformación de Panamá en el sentido deseado y plasmado en nuestra plataforma programática, en nuestro proyecto para el Panamá del 2021.  Tenemos una ideología, tenemos principios y valores, que debemos conocer y asimilar en nuestro interior.

     2. FORMACIÓN EN CIENCIAS DE GOBIERNO

En forma complementaria, los cuadros del partido recibirán formación y entrenamiento para la incorporación de conceptos de una ciencia horizontal para la acción de gobierno, constituyéndose en un estrato técnico-político capaz de procesar demandas sociales complejas y darles respuesta, ya sea desde el gobierno o desde su representación como oposición política.

La formación del estrato técnico-político consiste en una formación de base en ciencias y métodos de gobierno y de forma complementaria una especialización en políticas sectoriales, de forma tal que permita a los cuadros del Partido estar actualizados en los distintos temas que hacen a la vida y desarrollo de Panamá:

Cuadro Nº1: Programa de Formación en Ciencias de Gobierno

 

Programa de Formación en Ciencias de Gobierno

 

 

 

 

Formación de base en

Ciencias y Métodos de gobierno

 

 

 

 

Especialización en políticas sectoriales

 

–        Salud
–        Educación
–        Seguridad
–        Desarrollo productivo
–        Infraestructura
–        Tecnología de la Información
–        Otras a identificar

 

 

2.1. Formación de base en Ciencias y Métodos de gobierno:

Esta formación está orientada a crear en estrato técnico-político de gobierno. Entendiendo al perfil técnico-político como “un actor que busca conducir, incidir o asesorar en los procesos clave de producción de políticas públicas”. Es un actor político, en el sentido que forma parte de un proyecto validado por la mayoría ciudadana que responde a valores y a una ideología, y que a la vez, posee la capacidad de analizar técnico-políticamente los problemas de gobierno, se propone evaluar el impacto político de las decisiones técnicas y la rigurosidad técnica de las decisiones políticas.

La formación de este perfil prevé el trabajo en formación por competencias, esto es, “la capacidad que tiene una persona para cumplir con una tarea determinada; conjunto del saber, saber ser y saber hacer que se activan durante la realización de una tarea” (Robert Brien).

Las competencias clave identificadas para el perfil técnico-político son:

  1. Construcción del proyecto político
  2. Definición de resultados para la gestión de gobierno
  3. Implementación de programas gubernamentales
  4. Evaluación y monitoreo de los resultados comprometidos

Los participantes recibirán formación y entrenamiento para:

  • Seleccionar los problemas claves a enfrentar en su proyecto político en función de las expectativas y demandas sociales (primordialmente en el momento electoral, pero también en el momento de gobierno, ya que la gestión exige una validación permanente de cara a la sociedad);
  • Definir los resultados estratégicos del plan de gobierno, y asignar responsabilidades por la obtención de esos resultados a las distintas organizaciones que conforman el aparato público, estableciendo compromisos de rendición de cuentas hacia la sociedad y hacia el interior del gobierno;
  • Convertir el proyecto de gobierno diseñado en políticas y programas de gobierno que puedan llevar a la acción los resultados estratégicos buscados;
  • Generar alianzas y buscar consensos e involucrar a distintos actores para lograr las metas propuestas, tanto al interior del gobierno como con los actores políticos y sociales;
  • Gerenciar programas gubernamentales definiendo objetivos y metas y comprometiendo al equipo de trabajo en el logro de los resultados definidos;
  • Evaluar periódicamente los resultados alcanzados y hacer ajustes al rumbo estratégico de la gestión.

 

Módulos Formativos

Para la formación y entrenamiento en estas competencias, existe un conjunto de módulos formativos, que se detallan a continuación:

  • TEORÍA DE LA ACCIÓN SOCIAL

Objetivo: Formar a los participantes en el marco conceptual de la Teoría del Juego Social, desarrollada por el Prof. Carlos Matus, que consiste en un enfoque transdisciplinario para comprender y actuar en los juegos de poder bajo situaciones de incertidumbre y poder compartido.

 

  • PLANIFICACIÓN DE CAMPAÑAS ELECTORALES

Objetivo: Entrenar a los participantes para la planificación y dirección de las campañas electorales modernas, entendiendo a éstas como una instancia preparatoria para el momento de gobernar con bases democráticas y participativas.

 

  • DISEÑO DE LA OFICINA DE GOBIERNO

Objetivo: Entrenar a los participantes en la utilización de filtros y sistemas de soporte a la toma de decisiones de la conducción de una organización pública, de modo de preservar el foco de la gestión sobre las prioridades del proyecto ético político.

              CONSTRUCCIÓN DE EQUIPOS

Objetivo: Entrenar a los participantes en la conformación de equipos con especial atención a los procesos de comunicación y ejercicios de interacción grupal.

 

  • INDICADORES DE GESTIÓN

Objetivo: Entrenar a los participantes en el manejo de las reglas para la instalación y utilización de sistemas de evaluación y la construcción de indicadores de desempeño, eficiencia y eficacia. 

 

  • PROCESAMIENTO DE PROBLEMAS DE GOBIERNO

Objetivo: Entrenar a los participantes en una metodología de análisis de problemas de gobierno que permita un pre-procesamiento de las decisiones de gobierno contemplando su impacto político en un juego multi-actoral, competitivo e incierto.

 

  • TEORÍA DE LAS ORGANIZACIONES

Objetivo: Entrenar a los participantes en un método para diseñar el esquema de gestión de la organización pública más adecuado para la consecución de la producción institucional que asegure el logro de los resultados definidos en el Plan de Gobierno.

 

2.2. Especialización en políticas sectoriales:

En forma complementaria a la formación en una Ciencia horizontal de gobierno (transdisciplinaria), los participantes de la Escuela recibirán información y contenidos relacionados con la gestión de políticas sectoriales. De esta forma, estarán en condiciones de analizar críticamente desde una perspectiva técnico-política el diseño, implementación y evaluación de cada política sectorial en un contexto panameño.

En este plano, las competencias a desarrollar son:

  • Reconocer los distintos enfoques y paradigmas vigentes en la política sectorial a nivel internacional, así como las mejores prácticas en ese ámbito;
  • Realizar un análisis situacional de la realidad objetiva en la cual se implementará la política sectorial para evaluar las condiciones de su aplicación;
  • Reconocer los actores que intervienen en el juego de la política sectorial, identificando sus intereses, capacidades y fuerza en el juego;
  • Construir un mapa situacional del estado de situación del sector analizado en Panamá.

 

Algunas políticas sectoriales identificadas para la especialización de los participantes (no excluyente):

–           Salud

–           Educación

–           Seguridad

–            Planificación y Política Económica

–           Desarrollo productivo

–           Infraestructura

–           Tecnología de la Información

A la formación en ciencias de gobierno se agrega un taller de especialización en una política sectorial de 10 horas. El objetivo de ese taller es el reconocimiento y análisis crítico de los principales enfoques y paradigmas vigentes en la política sectorial a nivel internacional, así como las mejores prácticas en ese ámbito;

  1. C) ESTRATEGIA DE INSTALACIÓN Y ORGANIZACIÓN

La estrategia de instalación propuesta para el Componente B) Formación en Ciencias y métodos de Gobierno es la siguiente:

ORGANIZACIÓN

  • Nivel central:

Se prevé para la Escuela una estructura descentralizada, con un nivel central que preserva las funciones de planificación y evaluación, y descentraliza la ejecución de las actividades en las regionales de la Escuela Torrijista de Formación Política y Gobierno en las Áreas de Organización territoriales del PRD. Esta lógica se fundamenta en la necesidad de aprovechar al máximo el conocimiento de las realidades locales, para la sistematización de demandas y la creación de capacidades en el nivel donde se establece la relación de identificación y representación política primaria.

En el nivel central se sitúan los siguientes órganos de conducción de la Escuela:

  • una Unidad de Conducción Técnico-política, que tendrá como misión planificar y supervisar el diseño de las actividades de la institución a plasmarse en un Plan de Acción, según lo establecido en los lineamientos estratégicos aprobados en el documento de creación de la Escuela por el CEN;
  • una Unidad de Coordinación Táctico-Operativa, que tendrá como misión implementar el Plan de Acción de la Escuela a través de la organización y puesta en marcha de las actividades allí programadas y el diseño de las actividades conducentes al proceso de formación de formadores.
  • De la Unidad de Coordinación Táctico-Operativa dependerán los Equipos Metodológicos y de Formación y Entrenamiento, que asumirán la responsabilidad por proyecto.
    • Unidades de gestión local, En el nivel local, las actividades de la Escuela se asentarán sobre las áreas de formación ya existentes en el ámbito de las Áreas de Organización y en los Corregimientos.

 

ESTRATEGIA DE INSTALACIÓN

Nivel central:

En el nivel central  se desarrollarán las actividades de formación-entrenamiento dirigidas a los cuadros de dirección superior del partido, y constan de las siguientes instancias:

  • SEMINARIOS-TALLERES: Dirigidos a directivos del partido que actualmente desarrollan tareas de gobierno y no cuentan con el tiempo para acceder al proceso formativo integral. Se pondrá especial énfasis en el desarrollo del marco conceptual y sobre diseños organizativos.
  • FORMACIÓN EN CIENCIAS DE GOBIERNO A nivel central operarán procesos formativos que integran los módulos y programas de análisis de las políticas sectoriales, con una perspectiva nacional. Estará dirigido a militantes con vocación de liderazgo e inicialmente los asistentes provendrán de los cuadros del partido con experiencia de gobierno o con capacidades de pasar los procesos de selección diseñados por la UNIDAD DE CONDUCCIÓN TECNICO POLÍTICA. Posteriormente los cuadros con procesos formativos a nivel local podrán acceder a estos procesos formativos, cumpliendo con los requisitos establecidos a tal efecto.
  • FORMACIÓN DE FORMADORES, uno de los desafíos más fuertes para la ESCUELA TORRIJISTA DE FORMACIÓN POLÍTICA Y GOBIERNO es la construcción de los equipo docentes especializados en ciencias de gobierno, para ello se piensa que inicialmente se recurrirá a docentes externos que deberán dejar instalado capacidades en los cuadros del partido a nivel nacional y local para darle sustentabilidad al proyecto formativo.
  • SUBVENCIÓN DE ESTUDIOS DE GRADO EN EL EXTERIOR, La Escuela prevé destinar financiamiento para que sus cuadros jóvenes destacados puedan cursar estudios de grado en Universidades del exterior a través de Convenios con Fundaciones de cooperación afines al Partido. De esta forma, esta operación, en el mediano-largo plazo permitiría al Partido no sólo contar con cuadros políticos más capacitados, sino que éstos estarían conectados a las redes de construcción de conocimiento a nivel nacional como internacional, capital invalorable para la gestión de gobierno.

Nivel local:

En el nivel local las actividades de formación-entrenamiento estarán dirigidas a los cuadros  y líderes de base del partido, y constan de las siguientes instancias:

  • SEMINARIOS-TALLERES: Dirigidos a los líderes locales para permitirles acceder a nuevos métodos y conocimientos que le permitan potenciar la presencia del PRD a nivel local, a partir de la ORGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD.
  •  FORMACIÓN EN CIENCIAS DE GOBIERNO, A nivel local se desarrollarán procesos formativos vinculados a las problemáticas locales y herramientas de trabajo adaptadas a las necesidades del trabajo con la comunidad, Entre otros:
    • TALLERES DE PLANIFICACIÓN MAPP, herramienta de trabajo para procesar problemas a nivel local
    • MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL, conocimiento de las herramientas disponibles para fomentar la participación ciudadana
    • TRABAJO EN EQUIPO, formación de capacidades para liderar procesos de trabajo grupales
    • DISEÑO DEL ESTADO, identificación de misiones y funciones de las organizaciones políticas locales y su articulación con las organizaciones nacionales.

Respecto a las políticas sectoriales se realizarán aproximaciones al estado de situación de la realidad local relacionadas a las temáticas sectoriales más relevantes

Nota: Documento de trabajo elaborado por Benjamín Colamarco Patiño, para el análisis y desarrollo.

[1] Teoría del Juego Social, 2000 Caracas, Venezuela, pg. 5.

[2] Ver MATUS, Carlos: “Teoría del Juego Social”, Fondo Editorial Altadir, Caracas, Venezuela (año 2000).

[3] Matus Carlos. “El Líder sin Estado Mayor”, Fondo Editorial ALTADIR, La Paz, 1997.

[4] Matus, Carlos “Teoría del Juego Social, Fundación Altadir, 2000.

[5] Huertas B., Francisco “El Método PES: Entrevista a Carlos Matus”, Fundación ALTADIR, 1996.