No son los subsidios generalizados, sino la precisión de objetivos los que deben caracterizar la política social

Durante la Administración Torrijos (PRD), al precisar los alcances de la política social como parte sustantiva del Programa de Gobierno 2004 – 2009, se estructuró lo que denominamos la Agenda de Inclusión Social y la Estrategia de Combate a la Pobreza como elementos consustanciales a una visión de país compartida con políticas de Estado cuya vigencia lograse durabilidad en el tiempo.

Estábamos convencidos de que la materialización de un plan para intervenir en la realidad y transformarla positivamente en procura de estadios superiores de desarrollo integral y mejoramiento de las oportunidades, condiciones y calidad de vida para la gente y sus comunidades, requería, además de la claridad en las metas de corto, mediano y largo plazo, y de mecanismos para medir resultados, tomar conciencia de que los procesos de verdadera transformación de la realidad social, no se resuelven en el corto plazo, sino que requieren de la continuidad de políticas públicas coherentes durante por lo menos una generación (15 años).

El programa Red de Oportunidades, es un buen ejemplo de lo que expresamos: identificación del grupo social objetivo con perfiles bien determinados y focalización de la inversión pública social, con seguimiento y acompañamiento interinstitucional.

Como elemento componente de la Red, se identificaron y establecieron programas complementarios:

  • Seguimiento de la permanencia y aumento de la matrícula (incremento en el número de inscritos) en el sistema educativo en las áreas alcanzadas por la Red de Oportunidades.
  • Seguimiento y mejora de la accesibilidad para madres y niños (as) a los controles de salud.
  • Programa de Solidaridad Alimentaria.
  • Mejoramiento de las capacidades productivas.
  • Formación para la vida.
  • Capacitación Cooperativa.

Obviamente, el diseño de todo el sistema, demandó el desarrollo de estudios específicos, un censo de vulnerabilidad social y conocer además el perfil educativo y sanitario de la población objetivo.

He querido usar el buen ejemplo de la Red de Oportunidades, para reconocer que la experiencia en el servicio público nos ha enseñado que no es el subsidio generalizado (universalizado como a algunos les parece decir), el que le permitirá al país alcanzar los objetivos de minimizar la extrema pobreza y la pobreza y disminuir también la deserción escolar y la desnutrición infantil, abriendo además nuevas oportunidades. Es la precisión de objetivos, que implica la identificación de personas por vía de investigaciones y encuestas de vulnerabilidad social, lo que permitirá entonces focalizar los subsidios en quienes verdaderamente lo necesitan, con acompañamiento por parte del Estado y la ejecución de programas complementarios.

En suma, para lograr eficacia y eficiencia en la asignación de recursos del presupuesto público, corrigiendo las asimetrías sociales y las deficiencias en cuanto a la equidad, es necesario focalizar los subsidios en los pobres con nombre, apellido y ubicación.

Panamá, 5 de abril de 2010

* El autor es Ex Ministro de Estado y Ex Vicepresidente del PRD.