Queramos o no, las crisis se producen y es entonces cuando la política y la comunicación adquieren un papel determinante, diría más, imprescindible para poder minimizar sus efectos, trasladar tranquilidad y recuperar la confianza y credibilidad.
Inmediatez, transparencia, fluidez, claridad, credibilidad o coordinación deben caracterizar las políticas y estrategias de comunicación. No debemos confundir rapidez con precipitación, ni olvidar que el objetivo principal que perseguimos es trasladar tranquilidad (sin faltar a la verdad, tampoco sin lanzar información no contrastada ni confirmada), sensación de que se está actuando con efectividad y la recuperación de la confianza y el crédito dañado.
Tenemos como equipo de Gobierno una visión de Estado y un plan de acción, que se ha ido ajustando dado el impacto global y nacional de la pandemia.
Gestión y Comunicación son dos caras de la misma moneda, acuñadas por la Política.
Notamos un desfase entre Política y gestión por un lado, y comunicación por el otro… desconectados de la realidad y los tiempos… respondemos comunicacionalmente «ex post» a las crisis… vamos a la zaga de los acontecimientos. No frenamos ni cortamos la desinformación oportunamente.
Una redefinición estratégica de las comunicaciones y de la difusión interinstitucional y regional descentralizada es la tarea pendiente.
Humanizar los programas…
Humanizar las comunicaciones !
No son las estadísticas, son las caras de las personas.
www.benjamincolamarco.com
marzo 2021